martes, 7 de enero de 2014

¿Cómo tomar mejores decisiones?

¿Recuerdan cuando eran unos pequeños niños? Quizá, no muy detalladamente pero sí recordarás que, lo único que te preocupaba era que tus padres no te regañaran por alguna picardía que habías cometido, o quizá cuando estabas en primaria, tu preocupación era hacer las tareas que te habían dejado tus profesores, como dibujar las letras del abecedario, colorear sin salirte de la raya... Pero a medida que vamos creciendo, nuestras responsabilidades crecen(¿Será así?, ¿o quizá nuestro ego ya desarrollado nos dice que así es?), y por ende, nuestras preocupaciones también y nuestra toma de decisiones importantes tocan cada vez más seguido a nuestra puerta.
A veces, nos encontramos con que debemos tomar decisiones importantes rápidamente sin dejar a relucir mucha reflexión.
Bueno, aquí te dejo una serie de preguntas que debemos contestarnos para tomar mejores decisiones, y que yo mismo también he usado a la hora de tomar una decisión, y déjame decirte que, me ha servido mucho.
Primero que nada, todo esto tienes que escribirlo en un papel, no basta con solo reflexionar, hace falta PLASMARLO.
Muy bien, aquí está.

Pregunta 1. ¿Qué es lo que me preocupa?
Escribir claramente cuál es la situación en la que te encuentras y porqué te estás preocupando.

Pregunta 2. ¿Cuáles son las posibles soluciones al problema?
Aquí, pueden haber muchas variantes, pero siempre, siempre tienes que encontrarle una solución al problema, sino, como último recurso es "Nada, no puedo hacer nada." Y como dice un proverbio árabe:"¿Si tiene solución, para qué te preocupas? y si no tiene solución, ¿Por qué te preocupas?
Bien, a lo que voy con esto es que, claro, hay cosas que quizá no podamos resolver, pero de que no podamos resolver algo que no está a nuestro alcance no significa que debamos preocuparnos o  martirizar nuestra existencia por algo que está fuera de nuestras manos.
Aquí también podemos poner todas las posibles soluciones, desde las más absurdas hasta las que creamos mejores.

Pregunta 3. ¿Qué haré yo en relación a mis soluciones?
Y aquí el paso último y definitivo: ACCIONAR.
Aquí tomas la decisión de resolver el problema definitivamente, sin titubear, sin parar a medio camino, porque lo más importante es que nosotros nos aferremos a esa decisión hasta el final.
¡Claro! Podremos o no equivocarnos ¿Y qué? ¿Qué perdemos con equivocarnos? Es más, siempre ganamos, ¿No me crees? Mira, pueden ocurrir 2 cosas y sólo esas 2:
1. Resuelves exitosamente el problema.
2. No lo resuelves, pero ganas EXPERIENCIA.
¿Entonces de qué temer? Ésa experiencia ganada hará que vayas teniendo mejor discernimiento a la hora de tomar decisiones.

Esto es más una forma de aprendizaje y cambio de hábitos, ya que todo empieza con escribirlo en papel y será exitoso siempre y cuando accionemos bien.
Espero te sirva, saludos :)



Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas.
-Franz Kafka

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